RESPONSABILIDAD/PRUDENCIA DEL INSTRUCTOR DE EQUITACIÓN. –

Hay que partir de una realidad: la práctica de la equitación supone el asumir un riesgo. Quien toma la decisión de subirse a un caballo está aceptando un mínimo riesgo, de forma consciente y voluntaria, del que sólo él es responsable.

Pero ¿cómo sabemos los límites de ese riesgo mínimo?. Es aquí donde hay que analizar caso por caso. No obstante, intentaré daros algunos consejos generales para tener en cuenta durante una clase:

1. El instructor, para minimizar su responsabilidad, debe acreditar su capacidad técnica para ejercer dicha actividad y, nada mejor para ello que el poseer una titulación emitida por un organismo oficial.
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2. Adecuar la clase y las instrucciones al nivel de equitación del alumno, sobre todo cuando son menores de edad, sin exigir más de lo que pude dar el caballo y/o el jinete.

3. Idoneidad del caballo para la enseñanza.

4. El correcto estado de las instalaciones utilizadas para las clases, minimizando cualquier riesgo que se observe.

5. La obligación de utilizar casco.

6. El perfecto estado de mantenimiento de las monturas y equipo del caballo.

7. Calzado adecuado para la práctica de la equitación.

8. Es aconsejable que los alumnos tengan licencia federativa, pues ello conlleva un seguro de daños por accidente.

9. También es aconsejable que el instructor tenga un seguro de responsabilidad civil que cubra su actividad profesional.

La jurisprudencia viene a matizar que, en las relaciones instructor/alumno, el riesgo debe ser previsto y evitado en lo posible por el profesor.

En definitiva, y para daros una regla general, actuar siempre con MÁXIMA PRUDENCIA. Evitar,en la medida de lo posible, aumentar el riesgo inherente a la equitación y, prever los posibles riesgos y minimizarlos. Riesgos que pueden provenir del caballo, de la destreza del jinete, del equipo del caballo y del jinete, y de las instalaciones y condiciones en que la clase se imparte.

Aun así, no os queda más remedio que asumir un riesgo inherente a vuestra actividad de instructor, pero será la prudencia vuestra mejor compañera, quien os «salvará» de situaciones difíciles.

Saludos y hasta otra.